Uno de los mayores sucesos del año 2013, en Honduras, fue cuando se produjeron deslizamientos de tierra en el proyecto habitacional Ciudad del Ángel; ubicado al norte de la ciudad de Tegucigalpa. Pasado el primer trimestre, desde la inauguración del proyecto, la mayoría de las doscientas veinte viviendas que lo conformaban presentaron deterioro significativo y progresivo. Y al menos doce viviendas, para entonces, se habían dañado por completo. Para octubre del 2013, la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras evacuaba a los habitantes del proyecto debido al elevado riesgo de cual tenían evidencias para saber que la zona era inestable, con movimiento de ladera activo y que los deslizamientos continuarían. El proyecto habitacional Ciudad del Ángel fue declarado como “Zona de Alto Riesgo” por las características geológicas identificadas en la zona; y el 14 de julio del 2014 fue, oficialmente, declarado inhabitable.

Muchas penas y sufrimientos pasaron quienes confiaron su futuro, su dinero y sus sueños a empresas y autoridades que contribuyeron a robar la ilusión de muchas familias hondureñas. Así es la historia que vivieron quienes algún día habitaron Ciudad del Ángel y que, algunos, todavía hoy esperan una respuesta.

Los percances pueden ocurrir con mega proyectos como la construcción de un centro comercial o un teatro, pero también existen en proyectos de vivienda, al conducir tu vehículo, en el trabajo o en cualquier otro ámbito. Planificar resulta insuficiente sin un seguro que nos respalde ante una situación adversa. O, mejor dicho, en la planificación de todo proyecto, sea de la magnitud o rubro que sea, es necesario contar con un seguro que proteja nuestro capital económico y humano.

Cada día estamos expuestos a un sinnúmero de imprevistos como enfermedades, accidentes, desastres naturales y daño causado por terceros entre otros. Estos eventos ponen en riesgo tu patrimonio y en algunos casos tu vida. Es aquí donde empiezan a jugar un papel importante los seguros ya que permiten anular el efecto de estos imprevistos o reducir su impacto y/o riesgo.

Contratar un seguro es comprar o invertir en tu tranquilidad y seguridad. Debes ser consciente que el plan para mañana es proteger lo que tienes hoy. Y, definitivamente, es mejor tener un seguro y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo.